sábado, 18 de mayo de 2013

CUENCA

En vivo y en directo!! Primer viaje contado al segundo!! Primera escapada desde que, fruto de mi ociosidad, decidí llegar a estos mundos de la blogosfera!!.... Nos vamos a CUENCA!!!!

Y es que a principios de Abril, me llegaba por mail (de Iván, claro está) a las tantas de la noche una reserva de hotel para este fin de semana. Y por fin ha llegado.

Son las 9:05 y yo en lugar de hacerme la maleta me siento cara al ordenador. Tengo que esperar hasta las 12 que termine de trabajar, para coger carretera y manta. Dicen que va a hacer frío, yo por si acaso he bajado al trastero a por el abrigo. 

He vuelto del finde en cuenca. 
Aborté la misión de contarlo todo al segundo cuando me dí cuenta que en una misma mano no me cogía la maleta, el abrigo y el teléfono, mientras que con la otra me tenía que coger para no caerme en el autobús. Tal como iba contando, ese día madrugué. Después de dejarle el coche a mi sister, cogí un par de autobuses para llegar a la 'cita' con mi compi de viajes.

Antes de las 12 estaba allí. Que yo intento ser todo lo puntual que puedo. 
12:10 Emprendemos el viaje a Castilla.
Casi llegando, a unos 50 kilometros nos recibía una tormenta que apenas dejaba ver. Sabíamos lo que nos esperaba el fin de semana. Agua, agua y más agua.


Sin apenas perdernos, encontramos el hotel y encontramos sitio para aparcar muy cerca, lo cual parecía difícil.

El hotel elegido fue el Hotel Francabel (3*) por 45€ situado en la Avd. Castilla la Mancha, 7. 
Le ponemos de nota media un 5, porque pese a que se ve bonito y de decoración limpia, tiene deficiencias que no molan. Lo que más me llamó la atención es que tan solo hay un enchufe, el del secador (menos mal que no llevamos más de un cargador) La temperatura de la habitación es fría, sobre todo al salir de la ducha, porque la calefacción es de radiadores, que dudo que estuviesen puestos. La ventana daba a un patio de luces, y a mi aunque de a una autopista me gusta ver por la mañana si sale el sol o esta nublado. 
A favor diré que sus 4 recepcionistas (cada vez que subíamos o bajábamos había uno jeje) eran majetes, y que el hotel estaba céntrico, que estaba limpio y que para pasar una noche no hace falta más. Además veo que los comentarios que hace la gente no son malos, por lo que igual lo que pasa es que me estoy volviendo demasiado exigente. ;)


Dejamos las maletas y el uniforme de trabajo, y a buscar un lugar cercano para comer.
Dimos con el Bar La Gaviota, en la plaza del Espliego. Un barecillo normal fuera de la zona de bares, pero en el que nos dieron de comer estupendamente. Ya íbamos sobre aviso que en Cuenca no se come mal en ningún sitio. Huevos, patatas, lomo de orza,... Vamos, todo muy light!

Dejamos pasar la lluvia (lo que no quiere decir que no nos mojásemos unas cuantas veces), y a media tarde caminamos hacía el casco antiguo. También íbamos sobre aviso de que subiríamos escalones y cuestas sin parar, y aunque vamos al gym a  diario, a nosotros también nos cansa.

Empezamos por la orilla del Huecar, para ver las Casas Colgadas (que no colgantes) desde el puente de San Pablo. El chasco que me llevé yo cuando vi la Torre Eiffel fue menor que el de Iván al ver aquellas dos casas en medio de la montaña. Si, la verdad, tampoco es para tanto. 


Continuamos andando, admiramos la fachada de la Catedral. Ves! Esta si que nos pareció bonita. Mucho más que la de otras catedrales.
Ojo, no se os ocurra por nada del mundo dejar el coche en la plaza Mayor!! Que en directo vimos como el policía de turno, sin tan siquiera temblarle el pulso, le metió aleatoriamente (Vale, pues...) 150 euracos de multa. Nos quedamos ojipláticos ya que tampoco era para tanto. Pero el afán recaudatorio hace mella en todas partes.


Calles para arriba y para abajo, las murallas del castillo, iglesias y conventos (que hay montones), la orilla del Jucar y del Huecar en cada uno de los miradores, el Ayuntamiento y hasta una exhibición de rondas en el museo. 
Se empezaba a hacer de noche. A mi se me había antojado cenar en la Bodeguilla de Basilio (En la calle del Agua o Fray Luis de León). Si tanta fama tenía por todas partes, no me podía ir de allí sin pisarla. Pero el Gps del teléfono se liaba con tanta cuesta, y al final de la forma tradicional (preguntando) dimos con el. 
Aunque había gente, pudimos hacernos hueco en una barra, seguramente debido al mal tiempo. La decoración muy conquense, con fotos antiguas por todas partes. Estrecho para toda la gente que entra.
Dos cañas (5,80€) y de tapa unos calditos de verduras y un platazo de patatas, huevos, jamón,... Y encima bien presentado, apetecible. (gratis)
Dos vinitos (5,80€) y de tapa una ensalada de patatas frías y un platazo de chipirones, otra vez bien presentados. (gratis)
Sabíamos que si llegábamos a la cuarta, llegarían las chuletas. Pero no podíamos más. Sitio para no perderse si se visita la ciudad, aunque haya que preguntar por su ubicación una y mil veces.

 


Después de esto, nos hicimos un café en un bar cercano y caminamos hacia el hotel.

Nininini Good Morning!! Para-para-pa-pa!! jajaja Es a lo que suena el despertador, aunque dudo que (excepto Iván) alguien se lo pueda imaginar.
Antes de las 9 en pie. Volvía a hacer un día gris, pero estábamos de viaje.
Recogimos los trastos, los metimos al maletero y nos fuimos a buscar sitio para desayunar. Tanto desestimar unos y otros sitios, fuimos a dar con el más caro. En la Plaza Mayor, cafetería Los Arcos, café con leche y curasán, pincho de tortilla y cocacola, 10€. Casi lo mismo que cenar la noche anterior.

Quisimos entrar a la catedral, para lo cual había que abonar los 3€ correspondientes por persona. Y a mi no me da la gana pagar para ver una catedral. Un museo, palacio,.. pago lo que haya que pagar (si me interesa), pero en la casa del señor no. Así que esperamos que se hiciesen las 12h. para que empezase la misa y entrar sin tener que pagar. Casualmente era misa de Pentecostes, y no se si por ello la misa fue así. No paraban de cantar, por lo que a los 10 minutos decidimos que ya estaba bien, que ya teníamos vista la catedral y escuchado el órgano, y que nos íbamos. jejeje
Volvimos a recorrer el casco histórico, a ver las casas colgadas, y a coger el plano en el punto de información, porque aunque yo me ubico bien normalmente, en Cuenca he ido muy perdida, ya que su centro no esta en el centro.
Se acercaba el mediodía  y paramos a hacernos unas cañas en el Restaurante Plaza Mayor, es un sitio que nos dejó con ganas el día anterior. Y es que cuando ves un sitio lleno, te apetece más entrar. 
Una caña= 1€ y de tapa unas croquetas y patatas. Otra caña otro €, y de tapa una paella de verduras. Así da gusto entrar a un sitio, o no?



Para comer íbamos a buscar otra buena recomendación, que es El 5º pecado, pero no dimos con el. Recorrimos la zona, pero la calle era como el andén 9 y 3/4 de Harry Potter, oculta. Así que rápidamente y viendo el montón de sitios que había en la cuesta de San Francisco, pasamos de el.
Dos vinitos en La Paca con su aperitivo correspondiente (montaditos y oreja) y un plato de gazpacho manchego (mejor el de la mia mamma!!).
Otro vinito en La Barrica de Miguel. Aquí la tapa no molaba, eran patatas enterradas en un kilo de mayonesa. Y para acabar unas tortitas y unos cafeses. 

Vamos que a Cuenca parece que hemos ido de bares, hemos visitado unos cuantos, pero también hemos dejado muchos otros sin visitar, e incluso algún Pub como el D'Class ;) Las calles tienen muchos bares y muchos bazares de alimentación de chinos, muchos.

Y con esto y un bizcocho, unos kilos de más y una ciudad a visitar de menos, nos fuimos a por el coche y de camino a la terreta. 
Nos dejamos por ver la ciudad encantada, así que ...Hasta la próxima!

1 comentario:

  1. no se le puede añadir nada mas a tu post sobre cuenca,ciudad perfecta para un finde romántico o entre amigos y que me encanta descubrir y visitar nuevos lugares contigo...al próximo a badajoz,no??jajaja

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