A la otra punta de la península que nos vamos.
Y es que Galicia es destino obligatorio. Iván tiene sus raíces por parte de madre en esa comunidad.
Le encanta! Vive todo el año pensando en sus vacaciones de verano al norte, en las fiestas de su pueblo,.... Algunas veces me lleva y otras se escapa con cualquier buena excusa.
El verano del 2012 pasamos nada menos que 15 días en Galicia (exceptuando un día que estuvimos en Portugal), por lo que nos dio tiempo a ver y disfrutar de rincones de su geografía que todavía no habíamos visto, aunque también estuvimos descansando en el pueblo del que un día hablaré.
Después de más de 800 Km y 8 horas sentada en el coche, llegamos a Lugo.
A las afueras de la muralla, pero a tan solo unos metros de una de sus puertas estaba el hotel Puerta de San Pedro de tres estrellas. Un hotel chiquitito, cuyas habitaciones y baño tampoco eran grandes, pero si confortables para pasar una noche. El precio serían sobre unos 50 euros.
Como siempre, una vez más dejamos las maletas, ducha para relajarnos del viaje, y rumbo a descubrir Lugo. Primera impresión: Ciudad no muy grande rodeada de murallas. Aunque cierto es que fuera de las murallas hay muchas más viviendas, que hacen que sea un poco más grande, no supera los 100.000 habitantes. No mucho coche y tampoco exceso de gente, se respiraba tranquilidad.
Era final de Julio y salí del hotel con chaqueta de punto en mano (que luego usé), por lo que en invierno tiene que hacer una rasca interesante.
A las afueras de la muralla, pero a tan solo unos metros de una de sus puertas estaba el hotel Puerta de San Pedro de tres estrellas. Un hotel chiquitito, cuyas habitaciones y baño tampoco eran grandes, pero si confortables para pasar una noche. El precio serían sobre unos 50 euros.
Como siempre, una vez más dejamos las maletas, ducha para relajarnos del viaje, y rumbo a descubrir Lugo. Primera impresión: Ciudad no muy grande rodeada de murallas. Aunque cierto es que fuera de las murallas hay muchas más viviendas, que hacen que sea un poco más grande, no supera los 100.000 habitantes. No mucho coche y tampoco exceso de gente, se respiraba tranquilidad.
Era final de Julio y salí del hotel con chaqueta de punto en mano (que luego usé), por lo que en invierno tiene que hacer una rasca interesante.
Lo primero que hicimos fue subir a la muralla, por la cual se puede pasear tranquilamente. Es la 'ruta del colesterol' de la ciudad, había bastante gente corriendo y paseando por ella. Cuando ya llevábamos como la mitad, bajamos de nuevo para recorrer las calles de dentro de las murallas.
No tardamos mucho en sentarnos a tomar la primera Estrella Galicia, porque aunque ya esté muy implantada en valencia, no sabe igual y menos cuando es tu primer día de vacaciones. Elegimos A Tasca. Un sitio normalito, en el que pedimos también una tabla de queso del país para abrir boca.
Me ha costado un montón encontrar donde cenamos, pero necesitaba decirlo y he indagado, Curruncho A Nosa Terra en Rua Nova. Que pulpo!! Lo pienso y muero de hambre!! Buenísimo. Es más, solo recuerdo el pulpo, pero me ha chivado mi acompañante que cenamos también un revuelto y bebímos cerveza.
Paseito nocturno y a dormir. Hora de descansar.
Ahora si que si, empiezan las vacaciones. El día anterior fue casi todo de carretera, así que tocaba descubrir de verdad la ciudad. En el hotel amablemente nos guardaron las maletas durante el día para no tenerlas que dejar en el coche.
Empezamos de nuevo por el centro histórico.
El ayuntamiento, la catedral, la plaza del campo, la plaza mayor (donde nos tomamos unos vinos a mediodia) y sus fuertes conquistadores, calles, calles, iglesias y más calles.
También vimos la puerta de santiago, en frente de la catedral, por la cual cruzamos la muralla para bajar a ver el río, y como no el campo de fútbol del Lugo (casualidad?? no se yo).
Y como ya decía al principio una ciudad pequeña, que se puede ver cómodamente 'por fuera' en un día.
Elegimos para comer una recomendación de Tripadvisor, que me molaba mucho a mi en aquel momento, ahora confío más en Foursquare, y es que creo que me estoy frickizando en redes sociales.
Entre varias recomendaciones, uno estaba lleno, el otro cerrado,...Y luego el que nos dio de comer.
Pero en este caso no soy capaz de decir el nombre. Y es que, un secretillo he de contar, yo cuando me he olvidado del nombre de alguno de los sitios me pongo a mi hombrecillo encima de Google maps, echo un vistazo rápido y voilá! Pero en Lugo se ve que el coche fotográfico no hizo su faena y se fue de vinos. Yo también lo hubiese hecho. :)
Eso si comimos de tapeo y agua. Si, agua. Y lo se porque la botellita monísima me la llevé y la estuve utilizando los 15 días para llevar agua a la playa, en el coche,...
Como hay muchos bares y restaurantes en el casco histórico, yo creo que tampoco importa mucho que no sea capaz de dar con el nombre, porque en el norte raro es el sitio donde te den mal de comer.
Y con esto y un bizcocho... a media tarde cogimos el coche para terminar la ruta hasta el verdadero destino de las vacaciones, A Pobra do Caramiñal.