miércoles, 30 de enero de 2013

BOLONIA

Siguiendo con ciudades italianas, hace unos meses volvimos a viajar. Esta vez como regalo de mi 26 cumpleaños. Unos mensajes de WhatsApp me desvelaban el regalo. Rompiendo con lo tradicional. Todo el día me tuvo en ascuas esperándo cada uno de los dichosos mensajitos.

Aunque mi cumple es en Agosto, por motivos laborales tenemos que viajar cuando él junta unos días. (Esta que trina con lo de abrir los domingos!! Sobre todo por no poder viajar) Asi que aprovechó y mató dos pajaros de un tiro sacando los billetes para el fin de semana de nuestro octavo aniversario.

Los mensajes decían así:

Tanti auguri!! - Este lo vi de lo más normal, como si hubiese sido en otro idioma.
Te gusta el lambrusco? - ¿Como te digo yo que no? Aunque me siente mal.
Una moretti o nostra azzurro?
No vas a acertarlo- Pues bueno!! Ya me lo dirás! Sin regalo no me quedo jejeje
Volareeee- Clarito tengo que es a Italia pero ¿dooooondeeee? Empiezo a mosquearme!! Es mi cumple!

Ahí yo creí que sería Roma, ya que la tenemos pendiente y es una de las ciudades que hay que ver en esta vida.
¿Sabes cual es la ciudad europea con el segundo mayor casco antiguo de europa? - nene venga ya!! ni que fuese yo la wikipedia!!

Desvelado el secreto: Pues si, nos vamos a Italia, nos vamos a Bolonia y Venecia!! (Y bueno, a Verona, a Padova, a Ferrara,... Queríamos que el tiempo nos diese mucho de si, pero cuando te pones a ver cosas tres días no se pueden alargar tanto, así que nos quedamos con lo que nos dio tiempo).

Viernes 16 de Noviembre de 2012


La última vez estuvimos en la Toscana, que limita al norte con Emilia Romagna, nuestro destino.
Esta misma también limita al norte con nuestro segundo destino en estas cortas vacaciones, Veneto.

Partimos a las 3 de la tarde desde el aeropuerto de Manises, directos a Bolonia. En hora y media aproximadamente el avión (Ryanair) aterriza sin ningún tipo de problemas en el aeropuerto G.Marconi.

Desde allí cogemos el bus que lleva directo al centro de la ciudad por 6€. Cuesta como media hora aproximadamente. Llegamos al centro, a la estación de trenes. Allí con el mismo billete de bus, podemos coger otro que nos lleve hasta el hotel. 

Empieza mi estrés. Siempre, o casi siempre, que llego a una ciudad nueva y hasta que no dejo las maletas, me entra la neura. Esta vez me entra porque no sabemos que autobús coger, cuestión de 3 minutos de divagación , pero eso me supera. Mi asignatura pendiente para ser una buena viajera es aprender a controlar este momento, y no generar esa tensión a mi acompañante. ;)

Pasados esos 3 eternos minutos, cogemos el bus que 'supuestamente' nos deja en la puerta del hotel. Digo supuestamente, porque nos bajamos como unas 10 paradas antes de tiempo. Si, la calle es la correcta, pero el hotel esta donde cristo perdió el gorro. Iván intuyendo que nadie le entiende me pregunta dentro del bus: ¿Le pregunto a esta vieja?. Le pregunta como buenamente puede, y ella le contesta en un perfecto castellano cual es la parada. Yo creo que nos puteó por decirle vieja. jajaja

Pateo máximo, que hizo que entre risas y medio enfado llegásemos al hotel. Hotel Ramada Encore .
Que pasada de hotel!! Si vuelvo a Bolonia me volveré a alojar en el, pero esta vez bajaré en la parada de autobús correcta.

    


Llegamos, dejamos las maletas, ducha rápida y a ver la ciudad con unos guías de excepción: mi amiga Laia (compi de carrera y del más lejano de mis viajes) que trabajaba de au-pair en Padova y su novio Alberto, un italiano muy simpático que vive en Rimini. Ambos se trasladan los fines de semana a Bolonia y había que aprovechar.
 

Quedamos en la estación del tren, esta vez si que fuimos en autobús desde la puerta del hotel por 1,50€. Para hacer tiempo mientras les esperábamos compramos un trocito de pizza, que el olorcillo nos estaba dando muchaaa hambre. Hay muchos sitios de pizza al corte por las calles de Bolonia.
En principio íbamos a cenar 'de picoteo'. Es un sistema en el cual te pides una bebida por unos 6€, y puedes coger toda la comida que quieras, como un buffet. Esto suele empezar sobre 8 de la tarde.
Como se nos hizo tarde, nos llevaron a cenar a un sitio muy bueno, una pizzeria llamada Belle Arti (mirar arriba que pedazo de pizzas!!). De precio, unos 30€ por pareja, incluidas bebidas y cafés.
Tras cenar, recorrimos la ciudad y aunque estaba todo cerrado dadas las horas, nos llevamos una muy buena impresión. Había mucho universitario de botellón, que eso no se estila solo en España.
La ciudad vive, en buena parte, de la universidad y los universitarios.

Pudimos ver, por fuera eso si:

-Las Torres de los Asinelli y Garisenda-







                                                                       -La plaza mayor-

-Las murallas, Palacio Comunal, Pórticos e Iglesias.


Rincones muy bonitos que nos quedamos con ganas de descubrir a la luz del sol, de poder entrar en todos ellos. Así que volveremos en cuanto nos sea posible.

Tomamos unas cervecitas en un pub llamado The Clauricane Irish Pub, todo de madera estilo inglés.
Y a otro muy chachi, Le Stanze, una iglesia reconvertida en pub, en el que tomamos unos cócteles y escuchamos buena música pinchada por un Dj muy bailongo.


Era tarde para volver en bus, pero la velada había merecido estar un rato más en compañía de Laia y Alberto. Así que nos acompañaron a coger un taxi, que por 10€ nos dejo en la puerta del hotel.

Por vosotros supimos que el que lleva esa corona de laurel por la calle es porque esta celebrando que acaba de terminar la carrera, que antes habían más torres, que casi todos los edificios tienen algo que ver con la universidad,...Un lujazo. Gracias chicos!!

Sábado 17 de Noviembre de 2012.

El hotel Ramada estaba chulo, pero el desayuno era una pasada (estancia y desayuno por 56€ los dos). Podías comer de todo: fruta, cereales, bollería, salchichas,.. Y aunque no somos de ponernos las botas aunque sea buffet, ese día cumplimos.

Una vez desayunado, dejamos el hotel para poner rumbo a la joya del viaje: Venecia.

(Se merece un PRÓXIMO POST lleno de fotos y detalles)

Domingo 18 de Noviembre de 2012

Trás pasar todo el día en Venecia, volvímos a Bolonia. Dejamos las cosas en el último hotel del viaje, el peorcillo de todos, Hotel Bologna Airport, y más cerca del aeropuerto que de la ciudad.
Por cierto, este también nos costo un poco encontrarlo, porque aunque pasábamos por la misma puerta no veíamos cartel alguno con el nombre.

Como aún teníamos el coche, fuimos desde el hotel hasta Bolonia en coche. Aparcamos cerca del centro y en un pequeño paseo ya estábamos de nuevo en la plaza mayor, llena de puestos de chocolates debido a una feria que había ese fin de semana.


Acabando el viaje donde lo habíamos empezado 2 días antes, recorriendo de nuevo esos rincones que habíamos conocido de pasada el viernes, y de nuevo tomando una cerveza tranquilamente en el pub inglés. Porque los viajes están para disfrutarlos.
Me gustó el detalle de que los fines de semana este cortado el tráfico por el centro histórico y se pueda andar tranquilamente.
Buscamos un sitio para cenar, y nada nos pareció mejor que repetir. Unos fiambres, unas pizzas y unas birras, cenamos todo lo italiano que pudimos. Era la última.

Lunes 19 de Noviembre de 2012

Desayuno, dejamos el hotel, llegamos al aeropuerto, dejamos el coche, hacemos tiempo en el aeropuerto y ....ohhhhh!! Volvemos a casa. Un viaje más. Dos ciudades más.