martes, 5 de noviembre de 2013

ISLAS CIES

Ya esta bien esto de no escribir en meses...

El viaje de las vacaciones fue las Islas Cies (en un principio iba a ser A Guarda, pero lo convencí)
Él, que no se suele estresar en los viajes estaba un poquito... pesado! No le apetecía nada de nada subir en el barquito, pero al final no fue para tanto (Solo un pequeño mosqueo de 5 minutos)

Llegamos a Vigo con un poco más de una hora de antelación, y dejamos el coche en el parking del centro comercial que esta pegado al puerto marítimo, desde donde salen las navieras a las islas.
Yo me oponía a dejarlo ahí, más que nada porque el precio de todo el día son 20,75€ (no me parece nada barato), pero todo lo que hay alrededor es zona azul, y no íbamos con tiempo para investigar donde aparcar. A la vuelta, cuando fuimos a recoger el coche, todos los que allí estábamos procedíamos del mismo sitio. Y eramos unos cuantos. Así que posiblemente optásemos por la opción más solicitada. Otra opción sería haberlo cogido desde otro puerto menos concurrido, pero ahora ya esta hecho.
Teníamos los billetes comprados (regalo sorpresa ;) )con la naviera Mar de Ons, solo teníamos que hacer check-in e imprimirlos en la terminal. Esta naviera tiene mucha mejor pinta que la otra que va a las Cies, y el precio es el mismo, 18,50€ por persona ida y vuelta. Las plazas están limitadas por día, y aún así cuando llegas da impresión que hay demasiada gente.
En menos de una hora llegamos a las islas. Hacía un aire que fastidiaba un poco y que nos acompañó casi todo el día, y eso que era un día bastante bueno. No me quiero imaginar como será uno malo!



Como en cualquier otro sitio turístico, hay un lugar nada más llegar donde te informan de aquello que puedes ver y hacer. Te dan el plano de rigor y te aclaran cualquier posible duda.
Al principio sentía que íbamos como borregos, hasta que ya fuimos dispersándonos  y cada cual tirando hacia un camino. Nosotros optamos en primer lugar por ir hacía el del faro, casi 3 kilometros andando hasta llegar arriba.



Ya era mediodía y optamos por buscar un lugar para comer. En las Cies hay 3 bares, que en verano hacen el 'Agosto', jajjaja (Madre!! Que chiste de mierda!). Uno nada más bajar de la naviera, otro en el camping y el tercero el Restaurante Rodas. Todos son por el estilo en comida y precio parecido. Optamos por el Rodas que tenía poca espera y pedimos unos platos combinados y unas cervecitas. Estaba bueno, pero tampoco nada del otro mundo para unos 20€ por cabeza que pagamos. Otra opción hubiese sido hacernos un bocata en casa, pero pà una vez...
Desde el se podía ver O Lago que se forma entre la isla del medio (donde esta el faro y el camping) y la del norte (que es donde paran las navieras), y la Praia das Rodas.


Seguía haciendo un aire bastante molesto, aunque se dejaron ver algunos rayos de sol calentito con los que apetecía ir a tumbarse a la playa paradisíaca, y así lo hicimos.
Nos rebozamos en arena, y eso que apenas estuvimos media hora. Los niños se bañaban como si estuviesen en un spa, y el agua estaba por lo menos a -20º jiji Muy fría!! Así es el Atlántico.




Caminamos en sentido opuesto al Faro de Cies,  para llegar a Alto do Principe, desde donde hay unas vistas muy bonitas de la otra cara de la isla.



Aún se puede llegar más lejos, pero ya se iba haciendo la hora de volver a casa y que tampoco son muy de senderismo, y menos con las chanclas chachi-cutres que nos calzamos.
Llegados a la naviera para embarcarnos de vuelta y colándonos cual vieja en el supermercado cuando se le pega la comida, llegamos de nuevo a Vigo, donde recogimos el coche y nos pusimos rumbo de vuelta a casa.



P.D. Prometo no tardar taaaaanto a la próxima ;) 

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