Estos días un poco más fríos de lo normal en nuestra ciudad, en los que no baja el mercurio más de 3 grados, me he acordado del viaje que hicimos hace dos inviernos a Galicia.
El tiempo al que estoy acostumbrada cuando llego al norte suele ser fresquito veraniego, excepto mi primera vez que ni con las ventanas abiertas conseguías dormir del calor. Por lo que esos días viví el verdadero tiempo Gallego, nublado y lluvioso, o lo que es lo mismo, un poco asqueroso. Toma ya! Que rima me he marcaó.
Fue la primera vez que me llevaba de excursión a Coruña. Visita cuasiobligatoria a familiares, y descubrir brevemente la ciudad. Brevemente sobre todo debido al tiempo tan...agradable? que hacía.
Por la mañana aún se podía estar dando un paseíto, por lo que aprovechamos para ver el paseo marítimo, la playa de Riazor, el tranvía 'moderno', el campo de fútbol del depor y al barça entrando al hotel ya que jugaba allí (típicas cosas que ver!! Fue casualidad lo juro, no le echaré las culpas a mi Maldini jejeje).
Que se vea mi pelo al viento, no es cosa de ventilador como en los videoclips. Así que decidimos irnos a la visita familiar, que allí se estaba calentito y además había que cumplir para que nos diesen de comer. El señor Marcelino nos hizo de comer. He escrito tres veces y he borrado, porque no se como definir lo buena persona que es y lo que hace por su familia, y por los que no lo somos.
No alargamos mucho la sobremesa, porque en invierno pronto se pone el sol, aunque en galicia un poquito más tarde que aquí, y pese a la lluvia queríamos dar una vuelta por la ciudad.
Lugares de visita obligada, además de lo que ya habíamos visto por la mañana, exceptuando el barça. El Castelo de San Antón y la Torre de Hércules. El aire y el agua hacen que los recuerde más gallegamente, es su clima, es así. Mis botas también se quedaron en el recuerdo después de tanta agua.
El vídeo es buenísimo, refleja como no podíamos ni hablar del aire y como íbamos de empapados, pero me da mucha vergüenza escucharme hablando, así que os quedáis sin verlo.
Para acabar y entrar un poco en calor nos fuimos a la Plaza de Maria Pita, donde se ubica una escultura en su honor, el ayuntamiento y la oficina de Turismo , allí entramos a un bar a tomar un cafetín.
Nos esperaban para cenar en Puebla y era una cita ineludible. Terminada la primera visita.
La segunda visita fue ese mismo verano, pero aún vimos menos. Un centro comercial cerca del Corte Inglés, con muuuchos Zaras. Ahora, eso de ver Marineda (Mega centro comercial) ni pensarlo. Lo hace por mi bien, yo lo se. Pero quería conocer Primark, y ahora que lo tengo cerca rara vez lo piso.
Y la tercera este verano, en la que lo único nuevo que conocimos fue la estación del tren.
Vamos que hemos estado 3 veces, y tampoco se puede decir que conozca mucho de la ciudad. Así que para el próximo verano, si se puede, quiero hacer noche allí y tener más que contar, y sobre todo recomendar algún bar bueno.
Este verano me baño en Riazor!